Es un concejo del Valle de Esteribar, 115 habitantes (2020). Situado a una altitud de 525 m. y a 17,7 Km. de Pamplona. Su término confina al N con Imbuluzqueta y Zubiri, al E con Ilárraz, y al O con Larrasoaña, en la margen derecha del río Arga.

Antiguo lugar de señorío realengo cuya población villana debió de disminuir considerablemente durante la primera mitad del siglo XIV. En 1280 debía una pecha anual de 30 sueldos y 7 cahíces y medio de cebada- se había reducido en 1427 a 3 sueldos y 3 cahíces de cebada, que entregaba el único labrador existente, pues los otros cinco vecinos eran hidalgos. Su palacio de cabo de armería, embargado (1750) al titular, Juan de Olagüe, fue adscrito al Vínculo del reino. En el siglo XIII tenían bienes en el término los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén.

Hasta las reformas de 1835-1845 gobernaban el lugar el diputado del valle y el regidor del pueblo, que se elegía por turno entre las casas (catorce útiles y una arruinada al terminar el XVIII, catorce vecinos en 1849). En esta última fecha, el derecho de presentación del párroco correspondía a los vecinos; había un molino harinero sobre el Arga. A comienzos del siglo XX, tal y como se hizo en la vecina población de Inbuluzketa, se constituyó una Caja rural, entidad de carácter cooperativo y de ámbito exclusivamente local, con la finalidad de financiar a los agricultores del pueblo, concediéndoles créditos a bajo interés para la compra de semillas, aperos o mejora de las explotaciones, con la sola garantía de la palabra, dejando para la recogida de la cosecha el pago de los préstamos.

La iglesia parroquial de San Miguel es de construcción moderna del siglo XX sustituyendo a la antigua iglesia que sufrió un grave incendio, de la que apenas quedan restos sobre un alto de pronunciada pendiente. La nueva iglesia fue construida en el lugar en donde se encontraba la ermita San Miguel, de la que nada se conserva.

Presenta una tipología propia del siglo XVII con planta de cruz latina, con nave de tres tramos, crucero y cabecera recta, además de la capilla bautismal abierta al tramo intermedio de la nave por el lado del Evangelio. La iglesia se cubre con bóveda de lunetos excepto en el crucero que es de aristas, con fajones muy planos. El coro se levanta a los pies de la nave con arco de ingreso escarzano y cubierta de cielo raso. La sacristía se cubre con bóveda de aristas y queda adosada a la cabecera por el lado de la Epístola.

El Palacio de Urdániz aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. En 1535, el tribunal sentenció que debía disfrutar privilegio de exención, siendo su poseedor Guillén de Viscarret. En la relación de la Cámara de Comptos de 1723 consta como dueña Lucía de Olloqui. Catalina de Ilarregui, viuda de Diego de Olagüe, llevó pleito por el rebate de cuarteles en 1744. Hacia 1750 pasó a ser propiedad del Reino, bajo la administración de la Diputación, por cierto alcance que se le hizo en las cuentas al depositario Juan de Olagüe, al cual pertenecía. Quedó integrado en lo que antiguamente se llamaban bienes de Vínculo. Según el Libro de Armería, el escudo era de plata con una cruz dentada y flordelisada de sable, acompañada en orla de ocho lobos de sable, alternado por parejas con cuatro billetes de gules cargados con un sotuer de oro, con ligeras variantes, llevaba esas armas en 1275 Fortún Iñiguez de Urdániz, alcaide del castillo de Ausa.

Puente de Luskozubi. También conocido como Esku-zubi o Eskusibil. No salva propiamente el río Arga sino la regata de Inbuluzketa (Inbuluzketako erreka), en el trazado de la antigua carretera, muy cerca del cauce del Arga. De origen medieval, cuenta con un único vano apuntado. En tiempos modernos se dispuso encima del mismo una gran plancha de hormigón. Bajo su arco se encontró en 1391 el cadáver de la peregrina Coleta de Bonilla.

Presa, molino y central, regadío y zona de baño de Urdaitz. El molino se instaló en la margen izquierda del Arga, 600 metros aguas abajo de la localidad de Urdaitz con una presa realizada en piedra. El ingenio harinero se cita en funcionamiento desde mediados del siglo XIX. Con anterioridad figura una Acequia del Molino, en un documento notarial del año 1785. El origen del conjunto hidráulico podría remontarse al menos hasta mediados del siglo XVI, momento en el que se tiene noticia de dos presas en las que se cobraba por el paso de leñadas. Una de ellas era propiedad del Vizconde de Zolina y la otra de titularidad concejil. Seguramente atenderían instalaciones diferentes. La captación –de 1.250 litros por segundo y salto de 3,80 m– se empleó antiguamente para alimentar el citado molino y la bomba de elevación de un pequeño regadío familiar de 0,5 ha. Con el tiempo, el molino se transformó en central hidroeléctrica. A lo largo de 2003-2004 se han restaurado el canal y el edificio de la central. Se relacionan con este molino los topónimos de Errotabiskar (Loma del Molino), en el Catastro de 1892 y Errotacelaya (Playa del Molino), en el Catastro de 1901. También el denominado Pineral del Molino y Presagaña (Sobre el Molino) del mismo año 1901. Cerca del viejo molino, al otro lado de la carretera, se levantó un edificio que en tiempos quizá sirvió de vivienda del molinero y también albergó una panadería. Hoy es un conocido restaurante, con dos estrellas michelín, donde se conservan algunos elementos de aquella época como mazos, ruedas y correas de transmisión.

Puente de Urdaitz. Data de la primera mitad del siglo XX. Presenta dos arcos de medio punto y un tajamar, todo construido en hormigón. Es probable que se levantara sobre otro mucho más antiguo. De hecho, ya en 1550 consta que se cobraba por el paso de leña en el puente de Urdaitz. Hay también un Zubialde de localización imprecisa citado en 1786. Ambas menciones pudieran corresponder con este puente o con el de Luskozubi.

Se celebran el tercer fin de semana de julio en honor a San Miguel Arcángel.